Un bar ruinoso…y glorioso
Hace unos días Jason Kelce anunció que se retiraba. El fabuloso center de los Philadelphia Eagles abandona el football americano tras trece temporadas en su equipo de toda la vida, la única camiseta que vistió.
En una sala de prensa abarrotada, Kelce aprovechó para hacer un pequeño repaso de toda su carrera y se acordó del bar 879. ¿Mencionó un bar? ¿En su despedida? Sí, porque fue un bar muy especial para su equipo.
El 879 era el nombre de un bar que montaron dos jugadores de los Philadelphia Eagles allá en la primavera del año 2011, justo cuando Kelce llegó al equipo como rookie. Brent Celek lucía el número 87 en su camiseta y Todd Herremans vestía con el dorsal número 79, ambos eran muy buenos amigos y decidieron montar un bar juntos en Philadelphia. Con el nombre no se complicaron mucho, lo llamaron el 879 que era la fusión de sus respectivos dorsales.
El bar se llenaba a menudo con una clientela fiel y sedienta. Hay que tener en cuenta que la plantilla de un equipo de NFL está compuesta por 53 jugadores. A ellos hay que sumar los componentes del practice squad y nos vamos a 90 jugadores. Como era lógico, todos ellos tenían como punto preferido de encuentro el 879. Allí se reunían tras las sesiones de entrenamiento para comentar las mejores jugadas y todo lo que fuera menester. Hablamos de jugadores que en muchos casos superan los 100 kilos, con mucha capacidad para comer y beber. La clientela soñada.
El bar estaba lleno, pero no era un buen negocio. Casi nadie pagaba.
Celek y Herremans invitaban a sus compañeros de equipo incapaces de cobrar a quienes se jugaban el tipo junto a ellos en el campo. Es fácil imaginar las tardes de cerveza y risas que vivieron juntos todos los componentes del equipo en aquel bar. Obviamente, el bar 879 sólo duro abierto apenas un año. Era un negocio insostenible, un negocio ruinoso.
O quizás no tanto. En aquel bar se cimentó una gran amistad entre muchos jugadores. Algunos de ellos, como los citados Jason Kelce y Brent Celek, o Fletcher Cox, Vinny Curry, Brandon Graham o Mychal Kendriks seguían en el equipo en la temporada 2017. Eran los veteranos que lideraron el vestuario aquel año mágico en el que los Eagles ganaron la Súper Bowl, la única que han ganado en su historia.
El bar 879 tuvo una vida corta, pero la amistad que cimentó durará para siempre, decía Kelce en su despedida.
Pocos bares han sido tan gloriosos.
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