La sucesora de Michael Jordan

Cada muchos años aparece un deportista que modifica la configuración de la industria deportiva. No hablamos sólo de jugadores con un talento descomunal (que por supuesto lo tienen) sino de auténticos iconos. El más conocido de finales del siglo pasado fue sin duda Michael Jordan. Si te vas a la estepa islandesa o a la selva amazónica quizás encuentres a alguien que no ha oído hablar nunca de Van Basten, Steffi Graff, Tiger Woods, Michael Schumacher o Carl Lewis por mencionar a las grandes estrellas de los años noventa. Pero es casi imposible que no haya oído hablar, al menos una vez, de Michael Jordan.

Ahora mismo se vislumbra una deportista que quizás puede seguir sus pasos. Son palabras mayores, pero lo que está consiguiendo también lo es.

Os hablo de Caitlin Clark.

Es posible que alguno de vosotros leáis ese nombre por primera vez, os aseguro que no será la última. Tiene varias cosas en común con Jordan. Ambos juegan al baloncesto y ambos tienen un talento excepcional para anotar canastas. Caitlin es la máxima anotadora de la historia en la liga universitaria norteamericana. Su capacidad para sumar puntos es tal, que en el enfrentamiento de final four en el que su equipo se impuso a Uconn (que dispuso sobre ella un entramado defensivo asfixiante) hizo 21 puntos, cogió 9 rebotes y dio 7 asistencias y todo el mundo comentaba que le había salido un partido “flojo”. Os podéis imaginar sus números cuando juega “bien”.

Jordan fue campeón universitario con North Carolina, Caitlin no lo ha conseguido pero ha llevado a su Iowa natal dos veces seguidas a la gran final, algo absolutamente impensable con esa universidad. El domingo pasado las chicas de Iowa cayeron en la finalísima contra South Carolina, un equipo legendario que sólo ha perdido un partido en las dos últimas temporadas (por supuesto contra la Iowa de Caitlin).

Pero a pesar de la derrota en la final, se produjeron dos circunstancias esa noche que acercan a Caitlin Clark a la senda marcada en su día por Michael Jordan.

La primera, que la coach de South Carolina se acordó de ella en su discurso de la victoria para agradecerle la afición al baloncesto femenino que está generando con su vistoso juego. Un gesto poco habitual reservado para los más grandes.

La segunda es aún más relevante. Este año la final de baloncesto universitario femenina ha sido seguida por 19 millones de personas que es una audiencia muy superior al de la final masculina que siguieron 15 millones de personas. Dato totalmente excepcional porque es la primera vez que sucede en toda la historia de esta competición que se lleva jugando desde 1939. Y la causa responsable de ese exitazo tiene nombre y apellidos. Ya sabéis cuáles son.

Caitlin nació en Iowa, jugó en un colegio de Iowa y después en la Universidad de Iowa. Ahora le va a tocar desenvolverse en un ambiente diferente y bajo una gran expectación porque da el salto a la liga profesional. Va a ser elegida con el número uno del draft por un afortunado equipo que intentará formar una dinastía con ella como en su día hicieron los Bulls con Jordan (al que eligieron en el número tres, por cierto).

No sabemos si estamos sólo ante una gran jugadora o ante alguien que puede cambiar el baloncesto femenino, y quizás el deporte femenino, llevándolo hasta cotas de seguimiento desconocidas hasta la fecha.

No lo sabemos, pero será apasionante descubrirlo.

Antes de despedirme me gustaría compartir con vosotros que a partir de mañana jueves inicio una colaboración mensual con la web de finalscore. Es un honor para mí poder escribir en un proyecto tan interesante que analiza el deporte con una perspectiva empresarial. Aquí os dejo el link de la web por si todavía no la conocéis.

https://finalscore.es/la-agencia/

Mil gracias a Miguel Ángel Hernández por darme esta oportunidad.

Y ahora sí me despido. Podéis suscribiros de forma gratuita a los pasos de Bikila que es una newsletter deportiva y semanal aquí

Os agradezco si reenvías este mail a cualquier persona interesada en el deporte o compartís este post aquí

Hasta el miércoles que viene.