Esta semana se inician las eliminatorias de la Copa de Europa. Ahora todo el mundo la llama la Champions pero sigue siendo y será siempre la Copa de Europa.
Una de las competiciones más bonitas del deporte.
Todos los focos están lógicamente puestos en la eliminatoria entre el Manchester City y el R. Madrid. Dos equipazos. Como os podréis imaginar, en vuestra newsletter de Bikila no se va a hablar de dos colosos multimillonarios del fútbol.
Aquí vamos a hablar del Feyenoord. Y hay motivos.
El Feyenoord es uno de esos (pocos) equipos continentales que puede presumir de ser Campeón de Europa. Lo consiguió allá en 1970. Sin embargo, llevaba desde 1984 sin disputar una sola eliminatoria de Copa de Europa. Nada más y nada menos que cuarenta años sin disfrutar de los partidos más bonitos del fútbol europeo.
Una larga de racha de fracasos en los que el equipo más popular en Holanda (no, no es el Ajax) solo había sido capaz de jugar partidos de fase previa de grupos.
Hasta esta noche.
Cuatro décadas después, el Feyenoord vuelve a la élite europea y lo hace, además, frente a uno de los grandes clásicos del fútbol: el Milán.
Es el momento perfecto para recordar uno de los partidos más inolvidables que ha disputado el Feyenoord. Precisamente el partido que le clasificó para su última eliminatoria europea. Nos remontamos a 1984. El Feyenoord llega líder a la penúltima jornada y juega en casa del Willem II.
Si gana, se proclama campeón de liga.
Es una liga muy especial. En primer lugar, porque llevan diez años sin ganarla. Además, y especialmente, porque les lidera el gran capitán de su ancestral enemigo. El mejor jugador de la historia del Ajax juega este año para el Feyenoord. Y ganar con él, vale doble. O triple.
El mismísimo Johan Cruyff, enojado por lo que considera un desprecio del Presidente del Ajax, llama en verano al Feyenoord. Quiero jugar con vosotros, dice. Quiero haceros campeones, insiste.
No puedo imaginarme como se quedaría el Presidente del club de Rotterdam al escuchar a Cruyff.
Tiene 36 años y algunos piensan que está acabado. En el Feyenoord lo reciben con los brazos abiertos.
La temporada empezó fatal. El Feyenoord sufrió un humillante 8-2 ante el Ajax de Van Basten. Cruyff ni se inmuta. Está decidido a hacer campeón al Feyenoord. Y con un juego excepcional planta a su nuevo equipo en el partido señalado.
Se disputa en Tilburg, feudo del Willem II. Es un pequeño estadio con capacidad para 15.000 espectadores. Los hinchas del Feyenoord hubieran llenado diez estadios. Ese día no se ve un solo aficionado local en las gradas. Han sido invadidas desde Rotterdam.
El ambiente es festivo. Al poco de comenzar el partido marca Cruyff. 0-1. Se desata la locura en las gradas. No mucho tiempo después vuelve a marcar el Feyenoord. 0-2. El estadio ruge. Descanso.
Al comienzo del segundo tiempo el Feyenoord pone tierra de por medio. 0-3. Los aficionados no pueden más y saltan al campo. El árbitro suspende el partido. Intenta ingenuamente que los hinchas vuelvan a sus sitios.
Imposible. Todo lo más que conceden los seguidores del Feyenoord es ver el partido desde la banda. De pie. Pegados a la línea blanca. De repente el Feyenoord tiene miles de entrenadores a pie de campo.
El árbitro no se atreve a suspender el partido y decide continuarlo en esas peculiares circunstancias. El Feyenoord marca el 0-4. Y vuelven a invadir el campo. Nadie sabe cómo pero se consigue que vuelvan a sus posiciones. No me refiero a la grada, eso es imposible. Me refiero a la banda. Eso es todo lo más que reculan.
El Feyenoord marca el 0-5 y ya no lo para nadie. Los aficionados invaden el campo y aúpan a Cruyff. Abrazan a Gullit. Hasta saludan al árbitro que ya, resignado, pita el final del partido aunque faltaban minutos para cumplir el tiempo reglamentario.
El verde del campo no se ve. Solo se ven aficionados abrazados mientras cantan sonrientes para celebrar la Liga de su equipo.
La ilusión no entiende de normas.
Esta noche la ciudad de Rotterdam se vuelve a engalanar. Su equipo vuelve a disputar una eliminatoria de la Copa de Europa. No aspiran a ser campeones. Ni falta que les hace.
Ha vuelto la ilusión del fútbol europeo. Nada más…y nada menos.
Puedes suscribirte de forma gratuita a esta newsletter deportiva semanal aquí
Te agradezco si reenvías este mail a cualquier aficionado al deporte o si compartes este post
Hasta el miércoles que viene.
El Aston Villa también debe tener alguna curiosa historia, no? Sé que la ganó en los 80 y no creo que haya tenido muchas participaciones en la Champions desde entonces... Creo que ahora con Rashford y Asensio están en una nube...
Odio eterno al fútbol moderno. Historión! Grande Cheras!