En la película “Un paseo por las nubes” Keanu Reeves se enamora de Aitana Sánchez-Gijón en una bella localidad californiana rodeada de viñedos.
No sé si el protagonista de Matrix ha tenido la suerte de pasear por Sant Sadurní d’Anoia pero allí también encontraría una bella localidad rodeada de viñedos. Y también están enamorados: de su equipo de hockey patines.
No es para menos. Sant Sadurní d’Anoia es una localidad catalana con apenas 12.000 habitantes. Su reducido tamaño y escasa población no impide que exporten orgullosos su cava (probablemente el mejor del mundo) y viajen por España y por Europa animando a su fabuloso equipo.
El Noia es un clásico del hockey patines. Tiene el honor de ser uno de los fundadores de la División de Honor (máxima categoría del hockey patines en España) y siempre ha estado en la élite a excepción de una sola campaña (1993-1994) en la que descendió para rápidamente volver al año siguiente.
Como no podía ser de otra manera, al Noia le patrocina Freixenet en una fusión perfecta de los dos grandes símbolos de esa tierra.
El Noia no puede competir de forma habitual con los grandes del hockey patines nacional. El Barcelona, el Liceo o el Reus gozan de más recursos y triunfos. Aun así, el competitivo Noia ha tenido momentos de gran éxito a lo largo de sus ya más de setenta años de historia. Una Liga, dos Copas del Rey y una Recopa de Europa, entre otros títulos, lucen en sus vitrinas.
Aunque su gran hazaña la lograron en el año 1989 en el que se proclamaron campeones de Europa.
Este año tienen la oportunidad de repetir aquella gesta.
Tras una primera fase en la que se clasificaron por delante de equipazos como el Oporto, el Reus o el Barcelona, se cruzaron en cuartos de final con el campeón de Italia al que superaron en una emocionante eliminatoria que se decidió por un solo gol de diferencia.
Este fin de semana viajan a Portugal para disputar la final four de la Copa Europa. El reto es mayúsculo. En semifinales les espera el temible Barcelos, uno de los grandes clásicos del hockey portugués. La otra semifinal no necesita presentación, la disputan el Oporto y el Benfica.
Portugal se ha convertido desde hace unos años en la mejor liga de hockey patines del mundo. Los números son incontestables. Cuatro de los últimos cinco campeones de Europa han sido portugueses. Si el Noia quiere convertirse en el rey de Europa tendrá que vencer a los mejores equipos del mundo.
Y en Portugal. Casi nada.
Pero, ¿quien dijo miedo?. Este Noia se ha dejado algunos puntos contra equipos inferiores pero compite al máximo nivel contra los grandes. Este año ha ganado tres veces al Barcelona (en Liga, Copa y Copa de Europa) y no perdió ninguno de sus dos enfrentamientos con el Barcelos en la liguilla previa.
Hay motivos para la esperanza.
Escribo muchas semanas sobre equipos y deportistas con los que simpatizo desde la distancia pero el Noia me toca más de cerca. Como os comenté en una ocasión, lo entrena Carlos Cortijo que es amigo mío. Clasificarse para la final four me parece un gran éxito pero me encantaría que lograran la hazaña de levantar la Copa de Europa casi cuarenta años después.
Si lo consiguen no me cabe duda de que toda Sant Sadurní se sentirá…paseando por las nubes.
P.D. En esas bonitas casualidades que tiene la vida, justo este miércoles 7 de mayo cumple seis años mi hija Manuela que acaba de iniciar su camino como futura jugadora de hockey patines.
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Hasta el miércoles que viene.
Mirá que buena historia! Me resulta interesante pensar que en Argentina la cuna del hockey sobre patines es la provincia de San Juan, que es una región también de viñedos. Habrá alguna relación?
Feliz cumpleaños para tu hija, que pasen un lindo día!