En el lugar más insospechado
Es conocido que los mundiales de fútbol comenzaron en 1930, en Uruguay. En aquella primera edición no se jugó fase de clasificación. Aquel primer mundial estuvo abierto a cualquier selección que deseara participar. Para los países europeos se trataba de un largo viaje en barco y solo unas pocas selecciones se animaron a disputar aquel mundial inicial.
El evento fue un éxito y el siguiente Mundial levantó mucha más expectación. Estamos en 1934, la cita es en Italia y se presentan como aspirantes 32 candidatos y solo hay 16 plazas. Es necesario jugar una fase de clasificación.
Los germanos quedan emparejados en su grupo de clasificación con Luxemburgo y Francia. Eso fue hace más de noventa años y dio comienzo a la leyenda de la selección germana.
Desde aquel lejano 1934, Alemania ha estado jugando partidos de clasificación para mundiales sin haber sido derrotada ni una sola vez fuera de su país.
Es un dato difícil de asimilar así que lo repito: durante noventa años Alemania no había perdido ni un solo partido en campo contrario en las eliminatorias clasificatorias para el mundial. Hablamos de la clasificación para el Mundial del referido año 1934; 1938; 1950; 1954; 1962; 1966; 1970; 1982; 1986; 1990; 1998; 2002; 2006; 2010; 2014 y 2022.
Hablamos de nada más y nada menos que diecisieis mundiales repartidos a lo largo de nueve décadas. Todo tipo de jugadores y seleccionadores han defendido los colores de Alemania durante ese periodo y ninguno de ellos perdió ni un solo partido clasificatorio a domicilio.
Es algo casi esotérico.
Durante este larguísimo período Alemania ha perdido partidos en casa, pero nunca fuera.
Y no será porque no ha visitado plazas difíciles. Ha disputado más de cincuenta partidos en estadios tan complicados como el de París; Londres; Atenas; Estocolmo; Lisboa; Praga; Viena; Glasgow; Kiev; Oporto; Moscú; Oslo; Amaterdam, Bucarest y un largo etcétera. Pues bien, en todas esas visitas Alemania ganaba, o empataba. Nunca salió derrotada.
Su estado de forma como visitante en las fases de clasificación del Mundial era tan llamativo que desde el 2008 había ganado todos sus partidos como visitante. Ya ni se molestaba en empatar de vez en cuando. Dieciocho partidos consecutivos ganados fuera de casa.
Era un fenómeno inexplicable que se ha terminado de una forma aún más incomprensible. Después de noventa años jugando por toda Europa por una plaza en los mundiales sin perder un solo partido…se acabó la racha.
Fue el pasado jueves.
Pero lo llamativo no es el cuando, alguna vez tenía que terminar. Si no contra quien. ¿Fue en un complicado partido contra España? ¿Quizás en una encerrona en el Olímpico de Roma? ¿Les sorprendieron sus vecinos holandeses?
Nada de eso.
La invencible selección germana a domicilio se dejó su imbatibilidad…¡en Bratislava! Como lo habéis leído. Tuvo que ser la humilde selección de Eslovaquia la que acabara con uno de los grandes records del fútbol.
Lo digo a menudo, la realidad supera la ficción.
No sabemos si Alemania pondrá el contador a cero y buscará otros noventa años de imbatibilidad a domicilio. No sabemos si esta inesperada derrota les desquiciará y se quedarán fuera de un Mundial por primera vez en la historia.
Lo que sí sabemos es que han conseguido un récord legendario, inolvidable. Vaya desde aquí este pequeño homenaje ¡Toast!
Puedes suscribirte de forma gratuita a esta newsletter semanal que busca una mirada curiosa a la actualidad del deporte
Te agradezco si reenvías este mail a cualquier persona interesada en el deporte o si compartes este post
Hasta el miércoles que viene.




Que a la deriva parece la selección alemana desde el mundial 2014. Que maravilloso es el fútbol