Durmiendo con su rival
Bikila y sus pasos está de vuelta después del parón veraniego. He cogido fuerzas para afrontar la tercera temporada de esta newsletter, espero que la disfrutéis.
Este verano nos ha dejado historias increíbles, la mayoría de ellas olímpicas, pero hay una en concreto que es mi favorita.
Para conocerla tenemos que viajar miles de kilómetros e irnos literalmente a la otra punta del mundo (tomando como referencia España). Nos ubicamos en una pequeña isla del pacífico. Allí se han reunido decenas de jugadores pertenecientes a dos selecciones distintas para iniciar unas duras sesiones de entrenamiento. La mitad de ellos son nativos, la otra mitad europeos. Coordinan diferentes entrenos en diferentes días pero lo más llamativos son, sin duda, los que se llevan a cabo en las inmensas dunas.
Dibujemos la escena. El mar se divisa al fondo y delante de ellos tienen unas dunas cuya pendiente poco tiene que envidiar a las rampas más duras del Tourmalet. Los jugadores ponen a prueba su potencia y resistencia subiendo las dunas a buen ritmo. Lo llevan a cabo en diferentes modalidades. Primero en solitario. Luego la suben cargando a su espalda a un jugador de la otra selección. Lo más emblemático lo dejan para el final. Como si se tratara de una compacta legión romana, suben la duna en bloque, agarrados unos a otros, unidos. Como si fueran solo uno.
Pero son dos.
Se trata de las selecciones de Rugby a 7 de Fiji y Francia preparando de forma conjunta los JJOO de París. Fiji, la principal favorita a conseguir el oro (que sería el tercero consecutivo) entrenando junto a una de sus máximos rivales. Codo con codo. Aquí os dejo un ilustrativo vídeo, merece la pena y es muy corto.
https://youtube.com/shorts/NY2HlqwOpqM?si=7thpjcs0TVXTPIT5
Meses después ambas selecciones participaron en los JJOO en París. Como la vida en general, y el deporte en particular, tiene mejores guionistas que Hollywood, os podéis imaginar las dos selecciones que llegaron a la final.
Efectivamente, Fiji y Francia.
Los equipos hermanados se veían frente a frente en el partido más importante de sus vidas.
Fiji no había perdido ni un solo partido en las tres ediciones disputadas de los JJOO. Francia soñaba con conseguir el oro ante su público. Se impusieron los europeos.
El equipo que ganó el oro y la selección que se llevó la plata habían preparado los JJOO juntos. Una de esas historias que nos regala el rugby.
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Hasta el miércoles que viene.